Las mujeres se manifiestan sobre los objetivos del desarrollo de la ONU para el milenio

Johannesburgo, Sudáfrica, 12 y 13 noviembre de 2004

Resolución

En la reunión Cumbre del Milenio, realizada por la ONU en septiembre del año 2000, 189 gobiernos reafirmaron su compromiso de cumplir con una responsabilidad colectiva para lograr el desarrollo sostenible y la erradicación de la pobreza hacia el año 2015. Aprobaron la Declaración del Milenio, en la que se consignaron ocho Objetivos de Desarrollo para el Milenio (ODM):

  1. Erradicar la extrema pobreza y el hambre
  2. Lograr la enseñanza primaria universal
  3. Promover la igualdad entre los géneros y la autonomía de la mujer
  4. Reducir la mortalidad infantil
  5. Mejorar la salud materna
  6. Combatir el VIH/SIDA, el paludismo y otras enfermedades
  7. Garantizar la sostenibilidad del medio ambiente
  8. Fomentar una asociación mundial para el desarrollo.

Entre los siete primeros objetivos se cuentan medidas de desarrollo humano en los países pobres. Cada objetivo cuenta con una o más metas, y con varios índices cuantificadores para medir cada una de las metas. Los elementos clave del objetivo número 8 para coadyuvar a los esfuerzos nacionales de los países pobres por cumplir con los siete primeros objetivos prometen apoyo financiero y cambios de políticas en el alivio de la deuda, en el comercio y la gobernanza económica.

La Internacional Socialista de Mujeres acoge con beneplácito la aprobación de la Declaración del Milenio por parte de 189 jefes de Estado, en el año 2000, pero lamenta que cuatro años más tarde, haya países ricos que no han seguido adelante de manera convincente con su compromiso inicial. Esta falta fue subrayada por el Informe de Desarrollo Humano 2003 del Programa de la ONU para el Desarrollo (UNDP), que mostró que en las condiciones actuales los Objetivos de Desarrollo para el Milenio no serían alcanzados en cerca de 60 países, en particular en los más pobres del África subsahariana, de los Andes y del Asia Central.

Al ritmo actual, la meta para el objetivo número uno: «Reducir a la mitad, hacia el año 2015, el porcentaje de personas cuyos ingresos sean inferiores a un dólar por día, y el de las personas que padecen hambre», no será alcanzada hacia el 2015, sino recién en el año 2150, 135 años demasiado tarde.

Al ritmo actual de progreso, la meta para el objetivo número 2: «Velar por que todos los niños y niñas puedan terminar un ciclo completo de ense-anza primaria», no será alcanzada en el África subsahariana. La promesa de «enseñanza primaria universal» no será cumplida en el 2015 sino en el 2130, 115 años demasiado tarde. El peso de la deuda en el África subsahariana es superior a lo que los países gastan en el cuidado de la salud y en educación tomados en conjunto.

Mientras que la totalidad de los ODM son de decisiva importancia, el ‘género’ corta transversalmente por todos ellos, pero para la implementación de la Declaración del Milenio es crucial la igualdad entre los géneros. La educación para mujeres y niñas -siendo ella una meta en sí- también contribuye a alcanzar las metas de reducción de la mortalidad infantil, a aliviar el hambre y la pobreza, y a combatir el VIH/SIDA y otras enfermedades. Un mayor acceso de la mujer a los ingresos y a los recursos productivos, amén de un mayor dominio sobre ellos, contribuyen a la reducción de la pobreza y de la mortalidad infantil. Las mujeres representan un medio apropiado para proteger el medio ambiente y para garantizar una eficaz utilización de los recursos naturales, entre los que se cuentan el agua, el suelo y los árboles.

Por lo tanto, la Internacional Socialista de Mujeres:

  • declara que la promoción y protección de los derechos humanos, como asimismo la forja de la democracia, constituyen prerrequisitos fundamentales para la erradicación de la pobreza;
  • declara que los Objetivos de Desarrollo del Milenio no serán sino palabras vacías de sentido mientras las políticas de desarrollo no cambien de ‘ceguera ante el género’ a ‘sensibilidad ante el género’;
  • subraya que para alcanzar los ODM, el género debería transformarse en un mecanismo ‘implícito’ tanto para donantes como para gobiernos y comunidades;
  • hace un llamamiento a los gobiernos para que procedan a restablecer los Objetivos de Desarrollo del Milenio como propósito central de la política de desarrollo internacional;
  • urge a los países más ricos a que hagan esfuerzos concretos por alcanzar la meta del 0.7 % del PNB para Ayuda de Desarrollo Oficial (ADO) si los países más pobres preparan sus programas contra la pobreza para abrir el comercio y la inversión, y para atacar la corrupción;
  • urge al FMI y al Banco Mundial a que ayuden a recaudar el aumento que se necesita en los recursos financieros con el fin de alcanzar los ODM;
  • reitera que los países altamente endeudados necesitan consideración especial por cancelación de la deuda, por parte de instituciones internacionales tales como el FMI y el Banco Mundial;
  • subraya que para conseguir los ODM, la comunidad internacional y las agencias internacionales necesitan un claro esquema conceptual sobre el cual asentar políticas, programas y asistencia para el desarrollo;
  • exige que al factor género se le integre en el cuerpo central de los Informes Nacionales de los Gobiernos sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio (integración del género).

Como conclusión, la Internacional Socialista de Mujeres hace un llamamiento a los partidos miembro de la Internacional Socialista del Norte a que hagan presión en los parlamentos nacionales para que ayuden a financiar los ODM, para que controlen la marcha de los compromisos contraídos por los gobiernos donantes y para que se hagan responsables por ellos. De manera similar, los partidos miembro de la Internacional Socialista del Sur tienen que hacer su parte mediante buenas políticas y transparente gobernanza.